Jerez, Zac.– Cientos de jerezanos se sumaron con fe y devoción a las actividades del viernes Santo organizadas para conmemorar la pasión de Cristo.
Más de 20 jóvenes del grupo de Jornadas y Arcoíris le dieron vida al viacrucis viviente en el que Alejandro Dorado personificó por segundo año consecutivo a Jesús.
En cada una de las estaciones los asistentes reflexionaron la agonía de Jesús y las comparaciones en el mundo actual, con la narración del Sacerdote Aureliano Talamates Romero.
El contingente salió de la Capilla de Nuestra Señora del Refugio en la colonia Niños Héroes y culmino en la Parroquia de San José Obrero, resguardados por personal de Policía de Seguridad Vial.
Por la noche, las familias presenciaron la Procesión del Silencio a las que se unieron las cuatro parroquias de Jerez llevando consigo los signos conmemorativos de la pasión.
La Parroquia de la Inmaculada salió del Santuario de la Soledad; al frente abría el contingente la del Santo Entierro y la imagen de Nuestra Señora de la Soledad.
Después la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe con los clavos, la corona, la lanza y la esponja con la que le dieron el vinagre y la hiel a Cristo.
La Parroquia de San José Obrero peregrinó con la imagen del divino preso la cual va atada a una columna simulando la flagelación de Cristo.
La de San Francisco cargó una cruz como símbolo del amor y la identidad del cristiano como iglesia.
Se concentraron en un templete frente a la Presidencia Municipal y realizaron un acto litúrgico donde pidieron por la unidad de las familias y el bienestar de sus visitantes.
Algunos edificios como el Santuario, el edificio de la Torre y la Presidencia se iluminaron en morado, color de la Cuaresma, signo de arrepentimiento y de espera en la resurrección.
De 7 de la tarde a 11 de la noche Jerez guardó silencio pese a la fiesta que enmarcan la Feria de Primavera.